En un operativo coordinado que marca un avance clave en la investigación de los atentados ocurridos en enero pasado, la Fiscalía General del Estado de Michoacán detuvo este viernes a tres presuntos integrantes de una célula criminal señalada por su participación en los ataques armados y con explosivos que sacudieron la vida nocturna de Morelia.

Las detenciones se llevaron a cabo en la colonia Nuevo Bicentenario, donde los sospechosos fueron interceptados mientras circulaban en una camioneta. Durante el aseguramiento, los agentes estatales decomisaron tres armas de fuego de distintos calibres, las cuales están siendo analizadas como posibles elementos de prueba relacionados con los hechos.

Los ahora detenidos son investigados por su probable responsabilidad en los ataques perpetrados la madrugada del 16 de enero de 2025, cuando varios bares de la ciudad fueron blanco de atentados prácticamente simultáneos. Entre los establecimientos afectados estuvieron Exesso, Kandys, Punta Cometa y Barra Tropical. La brutalidad de los ataques dejó un saldo de tres personas muertas, todos trabajadores de los establecimientos, y al menos una persona más lesionada.

De acuerdo con los primeros reportes, aquella madrugada los agresores llegaron en motocicletas y vehículos, abrieron fuego contra los negocios y en algunos casos emplearon artefactos explosivos, sembrando pánico en zonas comerciales y residenciales de la capital michoacana.

Las investigaciones, encabezadas por la Fiscalía estatal y la Subsecretaría de Investigación Especializada, han apuntado a que los hechos forman parte de una disputa criminal que afecta a Morelia y otros municipios de la región. Las autoridades han señalado que los detenidos, además de estar presuntamente ligados a los atentados, habrían reconocido su pertenencia a un grupo delictivo aún no especificado públicamente.

La captura de estos tres presuntos responsables no solo busca esclarecer uno de los ataques más calculados y violentos contra la vida nocturna de Morelia, sino también exponer las redes criminales que operan detrás de giros comerciales cada vez más vulnerables. Los atentados de enero, ejecutados con precisión y brutalidad simultánea, marcaron un punto de quiebre en la escalada de violencia urbana que, hasta ahora, las autoridades intentan contener mientras las investigaciones avanzan hacia los autores intelectuales y la estructura completa de quienes planearon los ataques.