La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) informó que en febrero se registró una disminución del 94 % en la detención de migrantes indocumentados en comparación con el mismo mes del año anterior.

Según el organismo, el promedio diario de detenciones fue de 330 personas, la cifra más baja en la historia.

El presidente Donald Trump atribuyó esta reducción a sus nuevas órdenes ejecutivas, implementadas desde el inicio de su segundo mandato en enero, con las que ha reforzado la seguridad fronteriza y endurecido las deportaciones.

La CBP aseguró que quienes crucen ilegalmente serán expulsados sin posibilidad de reingreso en un corto plazo.

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Además, las autoridades estadounidenses informaron que, en paralelo a la reducción de cruces, se han intensificado operativos en distintas regiones, resultando en la incautación de más de cuatro mil 800 kilos de drogas, principalmente cocaína y fentanilo.

La estrategia del gobierno incluye mayor presencia militar en la frontera, redadas y restricciones a beneficios migratorios.

A pesar de la caída en los cruces irregulares, se estima que más de 11 millones de personas siguen viviendo en Estados Unidos sin un estatus legal.

Muchas de ellas llevan décadas en el país y forman parte esencial de la economía, mientras enfrentan un escenario cada vez más incierto ante la política migratoria de la actual administración.