Caída del PIB estatal confirma desaceleración económica en Michoacán
evangelio | 5 diciembre, 2025

Las cifras más recientes del INEGI confirmaron lo que distintos sectores productivos venían adelantando, Michoacán atraviesa un periodo de desaceleración económica que se refleja en el comportamiento del Producto Interno Bruto estatal. Los datos muestran una caída acumulada en actividades primarias y secundarias, mientras que las terciarias avanzan a un ritmo insuficiente para compensar el retroceso.

 

En 2024 la agricultura, que es uno de los pilares de la economía michoacana, se contrajo tres punto cuatro por ciento, mientras el promedio nacional registró un ligero crecimiento de cero punto cuatro por ciento. La reducción impactó a cultivos clave, desde granos hasta hortalizas, y puso en evidencia la vulnerabilidad de un modelo que depende fuertemente del sector primario, pero enfrenta riesgos climáticos, de mercado y de seguridad.

 

Las actividades secundarias mostraron un panorama aún más delicado. La construcción cayó once punto cuatro por ciento y las industrias manufactureras siete punto cuatro por ciento, cifras muy por encima de la disminución promedio nacional, que se ubicó en torno a cero punto cuatro por ciento. Menos obra pública y privada, menos producción industrial y menos empleo formal en esos rubros conforman un escenario que afecta de manera directa la generación de ingresos familiares.

 

Aunque los servicios registraron un crecimiento moderado superior al tres por ciento, el avance en comercio, transporte y turismo no logró revertir el peso de las caídas en el campo y en la industria. El resultado es un PIB estatal presionado, con sectores tradicionales en retroceso y una recuperación desigual que deja a muchas regiones del estado con menor dinamismo del esperado.

 

La desaceleración no solo se mide en estadísticas, también se siente en la vida diaria. Proyectos pospuestos, inversiones detenidas, empleos que no se crean y familias que perciben que el dinero rinde menos en un contexto de inflación reciente y costos crecientes de servicios y bienes básicos.

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