La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general un dictamen que propone devolver el mando operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Ese dictamen también contempla que un general de división pueda encabezar el organismo de seguridad, una medida que ha suscitado discusiones entre los grupos parlamentarios.

La votación se llevó a cabo luego de una discusión de casi dos horas, en la que la oposición alertó que esta propuesta refuerza la militarización del país.

En contraposición, legisladores de Morena y sus aliados argumentaron que la medida potenciará la lucha contra el crimen organizado por medio de un marco de cooperación más robusto, permitiendo que la GN realice investigaciones de forma independiente.

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La reforma busca revertir el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en abril del año pasado ordenó que el mando operativo y administrativo de la GN debía ser restituido a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a más tardar el 1 de enero de 2023.

En el proyecto de dictamen, se argumenta que el crimen organizado ha causado un impacto profundo en la vida económica, política y social del país, especialmente desde 2007.

El documento también señala que los grupos delictivos están involucrados en actividades como la producción y comercialización de drogas ilícitas, secuestros, extorsiones, trata de personas y robo de hidrocarburos, entre otros.

Con la reforma, se establece que para enfrentar los desafíos, la Guardia Nacional debe operar bajo la estructura de la Sedena, lo cual, según los proponentes, se traduce en una capacidad operativa más eficiente para proteger a la población.

Asimismo, se le otorgan nuevas facultades de investigación a la Guardia Nacional, lo que refuerza sus funciones en el combate al crimen.