En 2021, un camionero de Elche vivió una experiencia estremecedora al sufrir un infarto de miocardio mientras realizaba una ruta de larga distancia por Europa.

Tras ser atendido en un hospital de Alemania, el trabajador fue dado de alta, pero la empresa lo obligó a conducir más de 674 kilómetros hasta Estrasburgo, un trayecto que incluyó paradas para hacer repartos adicionales. Esta travesía se prolongó durante 11 días antes de que finalmente regresara a España, donde recibió la noticia de su despido.

El Tribunal Superior de Justicia de Valencia ha fallado a favor del camionero, declarando la nulidad del despido.

La empresa había alegado que el trabajador fue despedido debido a la finalización de su contrato temporal, pero el tribunal consideró que la decisión vulneró sus derechos fundamentales, específicamente su derecho a la integridad física.

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La empresa no solo obligó al trabajador a realizar un esfuerzo excesivo tras su intervención médica, sino que también lo despidió sin previo aviso, lo que se interpretó como una discriminación por su estado de salud.

El tribunal determinó que la empresa actuó de forma negligente y desaprensiva, obligando al trabajador a afrontar condiciones laborales extremas tras un evento tan grave como un infarto.

La sentencia también incluyó una indemnización de 30 mil euros por los daños morales sufridos durante este proceso. La justicia subrayó la importancia de proteger la salud de los empleados, conforme al artículo 19 del Estatuto de los Trabajadores.