La campaña del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, informó que fue objeto de un hackeo, y aunque no se presentaron pruebas concretas, la campaña sugirió la participación de actores iraníes en el robo y distribución de documentos internos sensibles.
El suceso coincidió con un informe reciente de Microsoft, que detalló intentos de interferencia en el proceso electoral estadounidense por parte de agentes extranjeros.
En particular, el informe mencionó a una unidad de inteligencia militar iraní que, en junio, envió un email de spear phishing a un dirigente de campaña presidencial desde la cuenta de un exasesor de alto nivel cuya seguridad había sido comprometida.
El portavoz de la campaña, Steven Cheung, aseveró que el hackeo es obra de “fuentes extranjeras hostiles a Estados Unidos”.
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En respuesta a las acusaciones, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca declaró que se toma “muy en serio” cualquier informe sobre interferencia extranjera y condenó los esfuerzos de gobiernos o entidades que busquen socavar la confianza en las instituciones democráticas.
El medio Político, que fue el primero en reportar el hackeo el sábado, reveló que comenzó a recibir correos electrónicos el 22 de julio desde una cuenta anónima. Esa fuente, identificada solo como “Robert” y que usaba un correo de AOL, envió un supuesto dossier de investigación sobre el senador de Ohio JD Vance, quien fue elegido como compañero de fórmula de Trump.
Curiosamente, el documento estaba fechado el 23 de febrero, mucho antes de que Vance fuera seleccionado oficialmente.
Cheung enfatizó: “Estos documentos se obtuvieron ilegalmente y pretenden interferir en las elecciones de 2024, así como sembrar el caos en nuestro proceso democrático”.