El candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, asesinado el 9 de agosto en la ciudad de Quito, había anunciado que recibió amenazas del Cártel de Sinaloa.
Reveló que un capo identificado como alias “Fito” le había advertido que de seguir refiriéndose a él y a su estructura, atentaría contra el candidato y su equipo de campaña
Villavicencio respondió a las amenazas retando a los criminales que operan en el país sudamericano: “Esto lo que hace es confirmar que efectivamente nuestra propuesta de campaña afecta gravemente a estas criminales y aquí estoy yo dando la cara, no les tengo miedo”.
El individuo al que el candidato atribuyó las amenazas se trata un conocido líder delincuencial de la banda “Los Choneros”, José Adolfo Macías, alias Fito, que está preso en la cárcel Regional del Guayas.
El mencionado grupo delictivo es la estructura criminal más fuerte de Ecuador, que además recibe inyecciones económicas del Cártel de Sinaloa; la organización mexicana cubre los servicios de transporte, seguridad, acopio y envío de cocaína a través de puertos del país sudamericano.
Tras el asesinato del candidato, la Fiscalía de ecuatoriana informó que el sospechoso del homicidio murió en el lugar al resultar herido en el enfrentamiento con el personal de seguridad de Villavicencio.
Por parte de México, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) lamentó el acontecimiento, condenó “cualquier acto violento que atente contra la voluntad del pueblo ecuatoriano y hacemos votos para que la paz se restablezca dentro del proceso electoral democrático del país hermano”.