La 78 edición del Festival de Cine de Cannes llega con aires renovados, al menos en su icónica alfombra roja.

Los organizadores han anunciado una nueva normativa más conservadora que prohíbe explícitamente los desnudos, prendas transparentes y vestidos con colas excesivamente largas.

“Por motivos de decencia, la desnudez está prohibida en la alfombra roja, así como en cualquier otra área del festival”, reza el comunicado oficial, marcando la primera vez que tal advertencia se codifica en el reglamento.

La decisión llega tras varias ediciones donde la alfombra roja se convirtió en un escaparate de looks audaces y provocativos, con celebridades como Bella Hadid, Irina Shayk y Heidi Klum desafiando la moda tradicional con diseños semitransparentes o de estilo “nude”.

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Además de la prohibición de la desnudez, se busca evitar atuendos voluminosos que dificulten la circulación.

Según WWD, los equipos de bienvenida tendrán la facultad de negar el acceso a quienes no cumplan con estas nuevas normas.

En 2015, el “flatgate” generó indignación tras el rechazo de mujeres por no llevar tacones. Kristen Stewart, en 2018, protestó quitándose los zapatos en plena alfombra roja.

Como respuesta, el festival flexibilizó su política de calzado, permitiendo “zapatos y sandalias elegantes con o sin tacón”, excluyendo, sin embargo, las zapatillas deportivas.

Para las proyecciones nocturnas en el Grand Théâtre Lumière, el código de vestimenta sigue siendo formal: vestidos largos y esmoquin son la norma, aunque se permite cierta flexibilidad con vestidos negros cortos, conjuntos de pantalón elegantes o trajes de cóctel.

Con estas nuevas reglas, Cannes busca recuperar un ambiente más clásico y elegante en su alfombra roja, cerrando el paso a la ostentación y la provocación que marcaron las últimas ediciones.