La trata y el tráfico de personas son delitos que han encontrado en la tecnología un terreno fértil para expandir sus operaciones, pero las autoridades también están innovando en su combate.

La Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) inició un programa de capacitación dirigido al personal de la Fiscalía General de la República (FGR) en el uso de herramientas tecnológicas para prevenir, detectar e intervenir en estos delitos.

El entrenamiento impartido a los miembros de la FGR incluye el uso de metadatos para vincular fotografías con dispositivos de sospechosos, herramientas de geolocalización a través de GPS y sistemas de mensajería para ofrecer atención y seguimiento a las víctimas.

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Desde el inicio de la pandemia por Covid-19, los grupos delictivos han adaptado su modus operandi, intensificando su presencia en el espacio digital.

Esos grupos utilizan redes sociales, portales de empleo y hasta videojuegos para captar a sus víctimas. En algunos casos, llegan a comprar vuelos y rentar vehículos a través de agencias de viaje en línea, haciendo que el proceso de captura sea más discreto.

Entre las innovaciones más preocupantes, se encuentra el uso de aplicaciones de transporte privado que permiten a los delincuentes rastrear a las víctimas en tiempo real. Además, la adopción de métodos de pago más complejos, como criptomonedas y carteras virtuales, les permite operar con menos riesgo de detección física.

Sin embargo, aunque la tecnología ha brindado nuevas oportunidades a los tratantes, también ha abierto puertas para las autoridades, proporcionado a las instituciones herramientas innovadoras para prevenir y combatir esos crímenes.