Entre el polvo y el rumor de las máquinas, los bancos de arena a los costados del tramo Joyitas-San Bernabé siguen siendo un riesgo latente para quienes transitan la zona. Lo que comenzó como una alerta de la comunidad ahora se ha convertido en una espera tensa por respuestas que tardan en llegar.
El pasado abril, la jefa de tenencia de Capula, Diana Isela Sagrero Landa, señaló que la sobreexplotación de estos bancos de arena podría tener consecuencias graves y pidió al Gobierno Estatal intervenir. Meses después, la incertidumbre persiste: la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas de Michoacán (SCOP) no ha dado señales claras sobre medidas concretas.
Sagrero Landa asegura que, aunque representantes de SCOP visitaron el lugar para evaluar la situación, no se ha recibido información puntual sobre acciones para frenar la extracción de arena. “La verdad es que no sabemos cómo se ha avanzado en el tema… como nosotros no tenemos mayor competencia, no sabemos qué está pasando”, comenta.
La preocupación no es solo administrativa. Habitantes de Las Joyitas y San Bernabé se manifestaron el pasado 21 de abril exigiendo un alto a la explotación excesiva, alertando sobre riesgos de deslaves y daños a la carretera que conecta ambas comunidades. Los vecinos temen que la falta de control pueda afectar a cientos de ciudadanos.
Aunque la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Recursos Naturales reconoció un problema estructural y pidió a SCOP atender la zona, las empresas autorizadas para extraer los recursos cuentan con reglamentación vigente, dejando un vacío sobre los límites exactos de explotación.
Sagrero Landa insiste en la urgencia de un informe estatal: la comunidad que primero advirtió sobre la problemática sigue esperando respuestas claras para evitar consecuencias nefastas para quien transite por la zona.