La caravana migrante “éxodo de la pobreza” llegó a Villa Comaltitlán, Chiapas, después de tres días de caminata desde Tapachula.
Los migrantes de varias nacionalidades pernoctaron en Huixtla y avanzaron 20 kilómetros hasta el Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAIFT), donde protestaron y pidieron atención de las autoridades.
La Guardia Nacional se encargó de resguardar el lugar para evitar que los migrantes ingresaran al complejo.
Uno de los integrantes de la caravana, Jonny Sander, de Honduras, aseguró que está cansado de caminar, comer solo una vez al día y no tener dinero; intentó regularizarse en Tapachula, pero las autoridades migratorias no le dieron respuesta, por eso, decidió unirse a la caravana.
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Rocío González, una cubana que viaja con su esposo y amigos que conoció en la travesía, también se unió a la caravana después de que le negaron el permiso en Tapachula y no recibió respuesta de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados después de tres meses.
La caravana busca avanzar por el interior del país antes de una reunión entre funcionarios estadounidenses y mexicanos que podría resultar en decisiones en contra de los migrantes.
El gobierno de Joe Biden podría destinar más recursos a México para contener la migración, en medio de decisiones políticas que podrían impactar la opinión del electorado en el año electoral que se avecina.
El oponente más fuete de Biden, Donald Trump, ha empezado a fortalecer su discurso con una retórica antiinmigrante que le ha valido fuertes críticas por mencionar que los inmigrantes “envenenan” la sangre de los estadounidenses; declaraciones que lo acercan a los postulados nazis con relación a la supremacía racial.