Un nuevo episodio en el entorno político y social de Uruapan tomó forma con la presentación, ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), de dos solicitudes de registro de marca vinculada a uno de los acontecimientos más sensibles que ha atravesado el municipio en los últimos meses.
Se trata de las marcas “Carlos Manzo” y “Movimiento del Sombrero”, cuyo trámite fue iniciado por la actual administración municipal en un contexto donde persiste el impacto institucional y comunitario tras el asesinato del entonces alcalde.
La gestión se inscribe en un escenario donde distintos sectores observan con atención el uso, protección y proyección de símbolos que, desde el crimen ocurrido semanas atrás, adquirieron alta carga emocional y una presencia pública inusual.
El registro ante el IMPI abre la puerta a definir el manejo formal de estos identificadores en ámbitos de comunicación, organización social o actividades institucionales, aunque también ha generado interrogantes sobre el destino que tendrán, la forma en que serán administrados y los alcances legales que implican en un periodo de transición política.
En paralelo, actores locales mantienen el seguimiento a la evolución del llamado Movimiento del Sombrero, surgido de manera espontánea como gesto colectivo de duelo y protesta. Su transformación en una marca registrada introduce un elemento adicional al debate sobre memoria pública, apropiación social y límites entre construcción comunitaria y formalización administrativa.
Por ahora, el proceso continúa en manos de la autoridad correspondiente, mientras la población permanece atenta a los resultados y a las repercusiones que puedan derivarse para la vida pública de Uruapan.