Tras el empate sin goles ante Alebrijes de Oaxaca, el director técnico del Atlético Morelia, Carlos Adrián Morales, se dijo “encabronadísimo” por no haber tenido la capacidad de ganar el encuentro.

En conferencia de prensa, el timonel rojiamarillo no negó su molestia e incluso compartió que traía la boca seca por el coraje, pues argumentó que su equipo fue superior en todo momento, pero no supo definir frente al arco rival.

“Se buscó por un lado y por otro, se falla un penal, se trabajó, se luchó y a lo mejor los errores pasan por un poco de presión debido a los dos últimos resultados, pero qué les digo, se llega y no se concreta, entonces hay que trabajar la contundencia y a mí me corresponde hacerlo”, expresó.

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Sin culpar a nadie en específico, el “Eterno” dijo que al no caer la anotación, con el paso de los minutos sus futbolistas fueron cayendo en desesperación, cuando en realidad lo que tuvieron que hacer era ser más pensantes.

Respecto al penal fallado por Misael Pedroza, el estratega michoacano compartió que el joven futbolista salió del campo entre lágrimas por sentirse culpable, pero lo defendió al señalar que el futbol hay errores y se debe tener el valor para pararse frente a la pelota.

Por otra parte, aunque insistió en que él no es una persona de pretextos, dio a entender que hay varios factores que al equipo le ha jugado en contra durante el torneo, como son las lesiones y la falta de jugadores ofensivos, al grado de que reveló que contra Alebrijes salió con dos futbolistas en la banca que estaban al 60 por ciento de su nivel físico.

Por último, ante el cuestionamiento de su relación con el presidente del club, José Luis Higuera, el entrenador respondió en tono molesto que era totalmente buena, pero que se entendía que como dueño de la franquicia exigiera resultados.