A pesar de que el alcalde de Morelia, Alfonso Martínez, uso como pretexto para incrementar las tarifas del agua potable que supuestamente mejoraría la distribución, lo cierto es que a más de un año, el servicio proporcionado por el municipio es de pésima calidad.

Más de 500 colonias de la capital michoacana no cuentan con el servicio, pese a que el costo del agua es significativamente alto en comparación con otras ciudades del país, ocupando el cuarto lugar, sólo por debajo de Cancún, Pachuca y Querétaro.

Recientemente, se informó que al menos 100 colonias se sumaron a la lista de áreas que necesitan abastecimiento a través de pipas debido a que los sistemas hidráulicos y de drenaje están colapsados, según la dirección de Distribución del Organismo Operador de Agua Potable Alcantarillado y Saneamiento (Ooapas).

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Prácticamente, todas las colonias a las afueras del primer anillo periférico de la capital enfrentan deficiencias en el suministro de agua potable y deben pagar doble: el servicio del Ooapas por el drenaje, y el flete del agua hasta sus tinacos y cisternas.

El incremento del 9 % en los recibos de agua de los más de 200 mil usuarios solo generará un aumento de hasta 70 millones de pesos en recaudación, pero con todo y el aumento de presupuesto, el servicio continúa siendo deplorable.

La anarquía con la que se maneja la paramunicipal sigue siendo ignorada por la administración, el Ooapas absorbe en gastos de nómina hasta 90 % de los ingresos que perciben las ventanillas por el pago de los recibos.