CDMX se prepara para el Desfile de Alebrijes Monumentales 2025
evangelio | 17 octubre, 2025

Dragones, jaguares y quimeras aladas volverán a ocupar el Paseo de la Reforma. Este sábado 18 de octubre, la Ciudad de México celebrará la edición 17 del Desfile de Alebrijes Monumentales, un evento que desde 2007 convierte el Centro Histórico en una pasarela de arte popular, ingenio artesanal y orgullo nacional.

Organizado por el Museo de Arte Popular (MAP), el desfile reunirá 214 piezas monumentales provenientes de once estados, entre ellos Michoacán, Guanajuato, Puebla, Hidalgo y Quintana Roo, creadas por manos que aún conservan la tradición de la cartonería y la talla en madera. Estas criaturas de hasta cuatro metros de altura recorrerán las calles desde el Zócalo hasta el Ángel de la Independencia, donde permanecerán en exhibición hasta el 9 de noviembre.

El desfile nació como una extensión viva del MAP: una forma de sacar las obras de los talleres y museos para colocarlas frente al público. Su origen se remonta a los alebrijes imaginados por Pedro Linares en 1936, durante un delirio febril en el que vislumbró animales fantásticos que gritaban su nombre. Lo que comenzó como figuras de cartón evolucionó, con el paso de las décadas, en un fenómeno de identidad mexicana.

Hoy, la procesión de alebrijes es más que una postal colorida: es la prueba de que el arte popular puede sobrevivir al mercado, al turismo y al paso del tiempo si mantiene su raíz comunitaria.

Según estimaciones de la Secretaría de Cultura capitalina, el evento atrae cada año a más de 250 mil visitantes y genera una derrama económica superior a los 200 millones de pesos, principalmente en los sectores hotelero, gastronómico y comercial del corredor Reforma-Centro. Los días siguientes al desfile, la ocupación hotelera suele aumentar hasta un 10 %, coincidiendo con el inicio de las festividades de Día de Muertos.

La exposición prolongada de los alebrijes, que permanecerán sobre Reforma casi tres semanas, contribuye a esa derrama constante, además de posicionar la capital como epicentro del turismo cultural nacional.

Para los artesanos, sin embargo, la relevancia no se mide solo en pesos: el costo de fabricar una de estas piezas puede superar los 30 mil pesos en materiales y mano de obra, y muchas veces depende del apoyo comunitario o de pequeños patrocinios. El MAP otorga premios que van de 70 mil a 10 mil pesos, pero la mayoría de los creadores participan más por visibilidad que por ganancia.

Michoacán y el eco de los oficios

Entre los estados presentes, Michoacán mantiene una representación constante. En talleres de municipios como Pátzcuaro, Paracho y Morelia, los artesanos combinan la técnica de la cartonería con la pintura lacada y la madera tallada, tradiciones que también se expresan en figuras mitológicas y máscaras. Su participación en la capital es, en cierto modo, una extensión de la lucha por preservar oficios que compiten contra el plástico, la industrialización y el olvido.

Más que desfile, espejo

Aunque el desfile ha crecido en popularidad, su fondo sigue siendo el mismo: recordar que el arte popular no es un espectáculo, sino una narrativa viva. Los alebrijes nacen de sueños, pero se sostienen con oficio. Y en un país donde las tradiciones a menudo son desplazadas por la urgencia, verlos avanzar por Reforma es también ver avanzar la memoria de quienes los crean.

El 25 de octubre se realizará la ceremonia de premiación en el MAP. Para entonces, los monstruos coloridos seguirán ahí, inmóviles sobre Reforma, custodiando con su mirada imposible el pulso de una ciudad que, al menos una vez al año, se deja gobernar por la fantasía.

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