Hasta 40 % de los empaques y sistemas de distribución del limón del Valle de Apatzingán se encuentran cerrados de cara al fin de año. Además de la extorsión, la crisis económica ha golpeado al cítrico.

Fanny Arreola Pichardo, presidenta municipal de Apatzingán, aclaró que más que aspectos de extorsión, la falta de contención a la expansión y la sobreproducción de cítricos habrían colapsado el equilibrio entre oferta y demanda.

Casi la mitad de los empaques dejaron de trabajar, porque el precio del mercado nacional actual fluctúa por debajo del costo del manejo del producto.

“El precio del limón ha venido a menos, la extensión de tierras ha crecido, el exceso de oferta ha generado una caída del precio y los empaques se ven con reducción de precios y deja de ser negocio tenerlos abiertos. No es solo un tema de seguridad”, explicó.

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Según datos de la Sader, en los últimos 20 años la superficie de limón superó las 80 mil hectáreas en suelo michoacano, con una producción constantemente al alza.

A la producción de Michoacán se suman los estados de Colima y Jalisco, entidades que incrementaron el rendimiento por hectárea, lo que les deja un margen más grande para competir.