El gobierno de China prometió tomar medidas en respuesta a los aranceles anunciados por Donald Trump, que elevan los gravámenes sobre los productos chinos hasta un 65 %.

El Ministerio de Comercio chino calificó la medida como una amenaza a la estabilidad de las cadenas de suministro globales y advirtió que tomará acciones para defender sus intereses comerciales.

Los aranceles, que entrarán en vigor el 9 de abril, son los más altos impuestos por Estados Unidos en un siglo y afectan a múltiples socios comerciales, incluyendo la Unión Europea y Japón.

Analistas advierten que estas tarifas podrían reducir el crecimiento del PIB de China en hasta dos puntos porcentuales y llevar el comercio entre ambas potencias a mínimos históricos.

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La decisión provocó una fuerte reacción en los mercados financieros, debilitando al yuan, que cayó un 0.7 % en el mercado internacional, su mayor descenso desde diciembre.

En tanto, la agencia Xinhua criticó la estrategia de Washington, señalando que atenta contra el sistema comercial global basado en la eficiencia y el beneficio mutuo.

China ha respondido en el pasado con medidas similares, imponiendo aranceles a productos estadounidenses y limitando exportaciones estratégicas.

Expertos advierten que esta nueva escalada podría desencadenar represalias más severas, endureciendo la postura de Pekín y aumentando la tensión económica entre ambas naciones.