La calma dominical se quebró a las 16:45 horas en Eslovaquia cuando dos trenes colisionaron en el corredor Bratislava–Pezinok, una de las líneas más transitadas del país. Según el Ministerio del Interior, el impacto dejó al menos 11 hospitalizados y decenas de heridos leves. Los vagones permanecen retorcidos en medio del bosque, con pasajeros aún aturdidos por el estruendo.
Las autoridades informaron que uno de los trenes de pasajeros alcanzó a otro convoy de mantenimiento detenido por maniobras técnicas. Aunque no hubo descarrilamiento ni incendio, la fuerza del impacto arrancó asientos y rompió ventanas. “Escuchamos un estallido, la gente cayó al suelo y las luces se apagaron”, relató un pasajero al portal Aktuality.sk.
Este es el segundo accidente grave en menos de un mes. El 13 de octubre, un tren regional chocó con un vehículo de carga en el este del país, dejando 91 lesionados. Los sindicatos ferroviarios atribuyen los incidentes a “falta de mantenimiento y exceso de turnos” tras recortes presupuestales. El gobierno prometió una auditoría completa del sistema.
“Tenemos trenes modernos, pero protocolos antiguos”, reconoció el ministro de Transporte, Jozef Ráž. La investigación preliminar apunta a un error de señalización automatizada.
Europa del Este enfrenta un dilema común: renovar su red de transporte con fondos europeos sin haber renovado sus sistemas humanos.