La mañana de este martes un aparatoso accidente en la autopista Siglo XXI, a la altura de la caseta de Santa Casilda, volvió a evidenciar los riesgos de una de las vías más transitadas del estado. Un choque de alcance entre dos automóviles compactos y una camioneta pick‑up dejó varios lesionados y provocó el cierre parcial de la circulación durante más de una hora.

El percance ocurrió en un tramo conocido por sus curvas pronunciadas y alta afluencia de vehículos. Testigos reportaron que uno de los autos involucrados perdió el control en una maniobra para rebasar, lo que desencadenó la colisión en cadena. Tres personas resultaron con lesiones de consideración y otras dos presentaron golpes menores; los heridos fueron atendidos en el lugar por paramédicos y trasladados a hospitales cercanos para su valoración.

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La Guardia Nacional y personal de auxilio carretero acordonaron la zona y habilitaron un carril alterno para permitir el paso de los vehículos, mientras se retiraban las unidades siniestradas. El tránsito se normalizó después de más de una hora de maniobras, aunque con largas filas que alcanzaron varios kilómetros.

Más allá del percance, este nuevo incidente revela un patrón que no ha logrado corregirse: la Siglo XXI sigue siendo una carretera que combina tráfico pesado, mantenimiento deficiente y vigilancia insuficiente. No se trata solo de reforzar operativos, advierten usuarios frecuentes, sino de replantear la seguridad integral de una vía que es clave para la economía de Michoacán y que, cada vez con más frecuencia, se asocia más con accidentes que con conectividad.