El crecimiento acelerado de la industria de los videojuegos y el igaming ha despertado no solo el entusiasmo de millones de jugadores, sino también la atención de ciberdelincuentes que ven en este sector un campo fértil para ataques cada vez más sofisticados.
De acuerdo con Cloudflare, compañía especializada en ciberseguridad, los ataques pueden ir desde la degradación en la experiencia de juego hasta pérdidas financieras tanto para empresas como para usuarios.
En 2022, más de la mitad del tráfico hacia sitios de juegos provenía de bots maliciosos, una muestra clara de la magnitud del problema.
Actualmente, más de 3,000 millones de jugadores gastan cerca de 182.9 mil millones de dólares al año en videojuegos, y se prevé que la cifra alcance los 206.4 mil millones en 2025. Este crecimiento exponencial trae consigo riesgos que se materializan en ataques DDoS, robo de datos, bots automatizados y violaciones de información confidencial.
Para contrarrestar estas amenazas, Cloudflare recomienda adoptar prácticas como la mitigación de DDoS con soluciones robustas, gestión avanzada de bots, reforzamiento de la seguridad de las cuentas de jugadores y la implementación de arquitecturas Zero Trust.
Solo con estas medidas, las empresas podrán proteger su negocio y garantizar una experiencia segura a la comunidad gamer.