Biólogos chinos han conseguido un avance histórico en la investigación sobre la longevidad al retrasar el envejecimiento en un grupo de monos mediante células madre modificadas genéticamente con el gen FOXO3, conocido por sus efectos en la prolongación de la vida, informó WSYX.
Durante un experimento de 44 semanas, los macacos cinomolgos mayores que recibieron la terapia mostraron signos de rejuvenecimiento en sus tejidos, equivalentes a varios años de reducción de la edad biológica. La investigación destacó la disminución de marcadores de envejecimiento celular, inflamación crónica y degeneración tisular.
Además, el tratamiento fortaleció el tejido óseo, mejoró las funciones cognitivas y estimuló el sistema reproductivo de los primates. Los científicos indicaron que los exosomas, vesículas liberadas por las células trasplantadas, fueron fundamentales para los efectos rejuvenecedores observados, y no se registraron tumores ni efectos secundarios graves.
Aunque se trata de un avance inicial, el estudio publicado en la revista Cell proporciona la primera evidencia de que las células progenitoras humanas podrían ralentizar el envejecimiento en primates. Esto abre nuevas perspectivas para el desarrollo futuro de terapias antienvejecimiento en humanos.