El huracán “Otis” sorprendió a los científicos al pasar de una simple tormenta a un monstruo en poco tiempo; los modelos computacionales no pronosticaron su rápido fortalecimiento, lo que resultó en una tormenta inesperadamente poderosa que golpeó la costa mexicana con vientos récord.
En tan solo 12 horas, la fuerza de “Otis” se duplicó, algo que suele ser inusual en las tormentas, los científicos lo atribuyen a las mayores temperaturas del agua relacionadas con el cambio climático, que han llevado a una mayor frecuencia de ciclones que se intensifican rápidamente.
A pesar de los avances en los pronósticos de intensidad, los expertos no están seguros de qué causó el fortalecimiento repentino de “Otis”, citando la falta de datos y una comprensión incompleta de cómo funciona una tormenta en estas circunstancias.
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Los científicos señalan que el cambio climático ha aumentado la frecuencia de huracanes que se intensifican rápidamente, las aguas cálidas y profundas actúan como combustible para los huracanes, y los océanos están absorbiendo el exceso de calor generado por el consumo de combustibles fósiles.
Otis no fue un caso aislado, ya que ha habido más casos de huracanes de intensificación rápida en todo el mundo en los últimos años.
Además, otros factores como la baja salinidad del agua y la falta de datos en el Pacífico oriental dificultan la predicción y comprensión de estos fenómenos.