Un equipo internacional liderado por la Universidad de Vanderbilt ha logrado trazar con precisión nanométrica el recorrido de la glucosa dentro de las células vivas, revelando cómo se almacena y transforma esta fuente vital de energía.
Mediante una combinación de microscopía electrónica, inteligencia artificial y glucosa marcada con isótopos de carbono, el estudio publicado en Cell Metabolism muestra por primera vez la interacción dinámica entre mitocondrias, gotitas de grasa y el retículo endoplasmático en la síntesis de glucógeno.
Uno de los hallazgos más reveladores fue la localización exacta donde se inicia el almacenamiento de glucosa: sobre y alrededor de gotas de grasa, desafiando la visión tradicional de compartimentos separados para lípidos y azúcares.

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Además, se documentó cómo el hígado reconfigura su red interna según los niveles de glucosa en sangre, reorganizando los contactos entre sus orgánulos para adaptarse al estado energético del cuerpo.
Esta técnica pionera, denominada MIMS-EM, permite observar el metabolismo celular con una resolución nunca antes alcanzada.
Su potencial es enorme: desde el diseño de tratamientos más específicos para la diabetes tipo 2 hasta el estudio detallado de enfermedades hepáticas, musculares y neurodegenerativas asociadas a fallas en la gestión energética celular.
Aunque por ahora se trata de una herramienta compleja y limitada a laboratorios especializados, sus aplicaciones ya se están explorando en células humanas y organismos modelo.
El estudio redefine lo que sabemos sobre el metabolismo y abre una nueva era para visualizar, y quizás corregir, los desequilibrios energéticos del cuerpo desde su origen celular.