Científicos rastrean la huella del calentamiento global
evangelio | 11 mayo, 2025

Hace una década, era difícil precisar el papel del cambio climático en fenómenos meteorológicos concretos; pero gracias a los avances en la ciencia, los modelos matemáticos y la supercomputación, los científicos ahora pueden cuantificar la influencia del calentamiento global en los fenómenos meteorológicos extremos.

El llamado “análisis de atribución climática” se centra en determinar hasta qué punto las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles están relacionadas con los fenómenos meteorológicos extremos.

“Queremos que todo el mundo entienda cómo lo que los humanos han hecho se traduce en la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos”, dice Joyce Kimutai, climatóloga de la organización sin ánimo de lucro World Weather Attribution (WWA).

“No estamos diciendo que el cambio climático haya causado un fenómeno meteorológico extremo concreto. Lo que decimos es: ‘Esto es lo que el cambio climático ha modificado’”, añade.

Por ejemplo, los investigadores de Climate Central, una organización sin ánimo de lucro que colabora con la WWA, descubrieron que la ola de calor del verano de 2023 en el suroeste de Estados Unidos era cinco o más veces más probable debido al cambio climático.

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Los científicos también calcularon que las precipitaciones totales de seis huracanes importantes que azotaron la costa atlántica en los últimos 20 años fueron entre cuatro y quince veces más intensas de lo que habrían sido si la Tierra hubiera estado más fría.

La ciencia de la atribución se basa en modelos climáticos, datos meteorológicos históricos y técnicas estadísticas. Las olas de calor son más fáciles de cuantificar que los huracanes, y las sequías son las más difíciles de todas.

“Ayuda a la gente a darse cuenta de que el cambio climático no es un problema de nuestros hijos o nietos. Están ocurriendo cosas importantes ahora mismo”, dice Michael Wehner, científico del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley del Departamento de Energía de Estados Unidos.

Los científicos también están empezando a documentar los efectos adicionales de los fenómenos meteorológicos extremos. Por ejemplo, los investigadores determinaron que el huracán Harvey en 2017 contenía 19 % más de precipitaciones de las que se habrían producido sin el cambio climático, lo que provocó un aumento del 14 % de las zonas inundadas y una cuadruplicación de las pérdidas económicas.

Aunque la mayoría de los estudios se han centrado en los fenómenos meteorológicos extremos, los científicos también están empezando a examinar cómo el cambio climático está afectando a la vida cotidiana.

Por ejemplo, Climate Central puso en marcha un sitio web que detalla cómo las previsiones de siete días de cada zona de Estados Unidos difieren de sus normas históricas.

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