La ceremonia de cierre del féretro con el cuerpo del papa Francisco se llevó a cabo este viernes en la basílica de San Pedro, en un acto solemne y privado encabezado por el cardenal camarlengo, Kevin Joseph Farrell.
Este rito marca el inicio de las últimas honras al pontífice argentino, cuyo funeral tendrá lugar el sábado por la mañana en la Plaza de San Pedro, presidido por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.
Durante la ceremonia, que comenzó a las 20:00, se leyó el “rogito”, un acta que resume la vida, obra y pontificado de Francisco. El documento fue firmado por varias autoridades eclesiásticas, entre ellas los cardenales Pietro Parolin y Mauro Gambetti.
Posteriormente, se colocó sobre el rostro del Papa un velo de seda blanca, se lo roció con agua bendita y se depositaron en el ataúd elementos simbólicos de su papado.
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Entre los objetos colocados dentro del féretro se encuentra una bolsa con monedas y medallas acuñadas durante su pontificado, así como el propio rogito, resguardado en un tubo sellado.
Estos elementos, junto con la tapa de zinc grabada con la cruz, el escudo del papa y una placa con sus datos, forman parte del protocolo litúrgico que marca el paso final antes del entierro.
Tras esta ceremonia, el ataúd fue sellado con los emblemas del Vaticano y será depositado en la basílica de Santa María la Mayor, donde descansará de forma definitiva.
Este cierre ritual marca el fin de una etapa en la historia de la Iglesia católica, mientras el mundo se prepara para despedir oficialmente al primer papa latinoamericano.