El gobierno chino implementó una política sin precedentes para facilitar la entrada de turistas extranjeros, permitiendo a ciudadanos de 74 países ingresar sin visa por hasta 30 días.
Esta medida busca reactivar el turismo y la economía tras la caída del sector durante la pandemia. Solo en 2024, más de 20 millones de personas visitaron China bajo este nuevo esquema, duplicando la cifra del año anterior.
Las autoridades han informado que aproximadamente dos tercios de los países beneficiados están bajo un programa piloto de un año, con miras a consolidarse. Aunque la mayoría de visitantes siguen siendo nacionales, las agencias de viajes reportan un alza sostenida en la demanda internacional, especialmente desde Europa y América Latina.
Guías turísticos y empresas del sector han tenido que adaptarse ante el aumento de solicitudes. Algunos incluso han abierto centros de capacitación para nuevos guías en inglés.
La agencia Trip.com reportó que las reservaciones de vuelos y hospedajes se duplicaron en el primer trimestre del año respecto a 2023.
No obstante, algunos países, incluidos México, Estados Unidos y Canadá, aún no acceden al programa de entrada sin visado, aunque pueden beneficiarse de políticas de tránsito temporal de hasta 10 días. La política china refleja una estrategia diplomática diferenciada, con beneficios concentrados en regiones con relaciones favorables.