Tras seis horas de deliberaciones a puerta cerrada, la Asamblea Nacional Representativa de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) concluyó este viernes sin acuerdos definitivos.
Aunque el gobierno federal presentó una nueva propuesta que incluye una revisión parcial de los sistemas de jubilación y la eliminación de la USICAMM, el magisterio disidente la considera insuficiente y exige una reunión directa con la presidenta Claudia Sheinbaum.
Desde el 15 de mayo, la CNTE mantiene un plantón en el Zócalo capitalino, en el corazón político del país, como parte de su jornada de lucha. La asamblea de este viernes era esperada como un posible punto de inflexión en las movilizaciones magisteriales, pero terminó por endurecer la postura del movimiento.
“Las bases deben ser escuchadas, y lo que demandamos no se ha atendido de fondo”, sostuvo Isael González, dirigente de la sección 7 de Chiapas.
Entre sus demandas centrales se encuentra la abrogación total de la Ley del ISSSTE de 2007, un aumento salarial del 100 % al sueldo base, la cancelación de procesos de evaluación considerados punitivos, y la desaparición definitiva de la USICAMM.
La propuesta gubernamental, según el propio colectivo, fue “ambiguamente progresiva”, al ofrecer medidas graduales sin eliminar lo que consideran el núcleo del problema: la privatización de las pensiones y la precarización laboral.
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En paralelo, miles de maestros y simpatizantes de la CNTE realizaron movilizaciones en diversos puntos de la Ciudad de México. La más notoria fue la marcha desde el Ángel de la Independencia hasta la Torre del Caballito, que mantuvo cerrada por horas la vialidad de Paseo de la Reforma. A lo largo de la jornada también se realizaron bloqueos intermitentes y actos simbólicos frente a instituciones públicas.
Claudia Sheinbaum, presidenta de la República, reafirmó su apertura al diálogo institucional, pero descartó reunirse personalmente con la CNTE. En declaraciones a medios, explicó que las dependencias encargadas, Gobernación, SEP, Hacienda e ISSSTE, son las responsables de canalizar las negociaciones, y subrayó que su gobierno tiene la voluntad de dignificar al magisterio “dentro de los márgenes presupuestales viables”.
La CNTE convocó a una Asamblea Estatal Permanente este sábado 31 de mayo, en la que sus secciones decidirán si aceptan la propuesta federal o intensifican las movilizaciones. Uno de los puntos críticos será si optan por boicotear las elecciones judiciales del domingo 1 de junio, como ya han insinuado algunos de sus voceros.
El conflicto se encuentra así en un punto decisivo: mientras el gobierno apela a la institucionalidad y al equilibrio presupuestal, la CNTE apuesta por una estrategia de presión prolongada, con el respaldo de sus bases y el uso táctico del plantón como símbolo de resistencia.
Para este fin de semana, se prevé que las calles del centro histórico vuelvan a ser escenario de marchas, decisiones políticas y tensiones entre dos visiones enfrentadas sobre el futuro del sistema educativo mexicano.