Las autoridades colombianas expulsaron este lunes a nueve integrantes adultos de la secta judía ultraortodoxa Lev Tahor, después de que 17 menores bajo su cuidado fueran hallados en una zona rural del noroeste del país. Cinco de los niños tenían alertas internacionales de búsqueda por posible riesgo de trata, según informó Migración Colombia.

Gloria Arriero, directora de la autoridad migratoria, indicó en un video oficial que los adultos fueron entregados a funcionarios estadounidenses y abordaron un vuelo con destino a Nueva York. Lev Tahor, conocida por enfrentar investigaciones en distintos países relacionadas con abuso sexual, maltrato infantil y prácticas coercitivas, había ingresado recientemente a Colombia acompañada de menores de edad.

Los 17 niños viajaron en el mismo avión, escoltados por personal colombiano, aunque su situación migratoria es distinta: no fueron expulsados, sino que serán puestos bajo custodia del sistema de protección infantil en Estados Unidos, explicó a la AFP un vocero de Migración. Desde su rescate a finales de noviembre, permanecían en un centro estatal de atención familiar.

Fotografías difundidas por las autoridades muestran a los miembros de la secta, vestidos con túnicas negras tradicionales, trasladándose por los controles de seguridad del aeropuerto de Medellín junto a los menores.

Interpol mantiene investigaciones abiertas contra Lev Tahor y ha emitido circulares rojas de captura para varios de sus seguidores. De acuerdo con la información oficial, el grupo habría llegado al país con la intención de asentarse en un lugar donde pudieran continuar actividades consideradas irregulares por diversos gobiernos.

Arriero señaló que los niños habían ingresado al país acompañados por al menos uno de sus progenitores, pero ninguno de los adultos tenía custodia legal válida. Cinco de los menores, considerados en situación de alto riesgo, estaban reportados internacionalmente por sospechas de trata.

La presencia de Lev Tahor en la región ha generado alertas recurrentes. En diciembre de 2024, autoridades de Guatemala liberaron a 160 niños vinculados al grupo y detuvieron a varios de sus miembros, acusados de trata de personas, matrimonios forzados entre menores y embarazos impuestos.