El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció la suspensión de las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), a raíz de un ataque inusitado que dejó más de 30 muertos en la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela.

Dicho asalto se considera uno de los más letales durante su mandato y ha reavivado recuerdos de las épocas más oscuras del conflicto armado interno.

Desde el jueves, los guerrilleros del ELN lanzaron ofensivas contra la población civil en Catatumbo, una zona que alberga más de 52 mil hectáreas de cultivo de coca, según fuentes oficiales.

Además, los guerrilleros se enfrentaron a disidentes de las FARC, quienes aún operan en la región, provocando un aumento en la violencia por disputas territoriales vinculadas al narcotráfico.

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“Lo que ha cometido el ELN en el Catatumbo son crímenes de guerra. Se suspende el proceso de diálogo con este grupo, el ELN no tiene ninguna voluntad de paz”, manifestó Petro a en su cuenta de X.

El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, reportó más de 30 asesinatos y al menos 20 heridos, aunque no se ha confirmado si hay civiles entre los fallecidos.

La Defensoría del Pueblo también ha informado sobre el desplazamiento de decenas de familias y la desaparición de aproximadamente 20 personas.

El proceso de diálogo entre el gobierno colombiano y el ELN comenzó a finales de 2022, pero ha enfrentado constantes crisis debido a los ataques rebeldes y rivalidades con otros grupos armados.