¿Cómo se aproxima la mitología al destino?
evangelio | 5 enero, 2025

En el vasto tejido de la mitología, las Moiras, también conocidas como Nornas en la tradición nórdica y Parcas en la romana, son las figuras que controlan el hilo de la vida y el destino de cada mortal.

En la mitología griega, esas tres hermanas —Cloto, Láquesis y Átropos— representan las inevitables etapas de la existencia humana.

Cloto hila el destino al nacer, Láquesis mide la duración de la vida y, finalmente, Átropos corta el hilo en el momento definitivo de la muerte.

Su poder es absoluto e ineludible, como demuestra la trágica historia de Edipo, quien a pesar de sus esfuerzos por desafiar su profecía, termina atrapado por las consecuencias de su fatal destino.

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Las Moiras, hijas de la Noche o de Zeus y Temis según diferentes relatos, simbolizan la fragilidad y la inevitabilidad del destino, recordando a mortales y dioses, incluido Zeus, que nadie puede escapar a su autoridad.

Ya sea por medio de hilos de oro para aquellos con destinos afortunados o lana negra para los desdichados, su labor de hilado refleja la diversidad de las vidas humanas.

Las divinidades del destino en otras culturas

Las Laimas en la mitología lituana y letona, por ejemplo, supervisan el nacimiento y la vida de los mortales, mientras que en la tradición nórdica, las Nornas —Urd, Verdandi y Skuld— tejen los destinos de dioses y hombres bajo el árbol Yggdrasill, sin que estos puedan vislumbrar su futuro.

A lo largo de los siglos, la influencia de las Moiras ha evolucionando en un símbolo de la inevitabilidad del destino, fortaleciendo la creencia de que el hilo de la vida y la muerte se teje de manera indiscutible y ajena a los deseos humanos.

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