La Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (Finul), que ha estado desplegada en el sur de este país desde 1978, se encuentra atrapada en el fuego cruzado entre Israel y Hezbolá.

Desde que el movimiento proiraní abrió un nuevo frente contra el Estado hebreo en octubre de 2023, la situación se ha vuelto cada vez más tensa, por lo que la Finul a sido enérgica en sus llamados a cesar las hostilidades.

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En las últimas semanas, la Finul alzó la voz tras ser blanco de disparos israelíes, los cuales han sido calificados de “repetidos” y “deliberados”, y han dejado a cuatro cascos azules heridos en un lapso de dos días.

Italia no dudó en condenar esos actos, acusando a Israel de posibles “crímenes de guerra” y convocó a su embajador en Tel Aviv. Francia también se sumó a las críticas, exigiendo aclaraciones por parte del gobierno israelí ante los ataques.

La Finul, que cuenta con aproximadamente nueve mil 500 soldados desplegados entre el río Litani y la frontera libano-israelí, tiene su cuartel general en Ras al Naqura, en las inmediaciones de la frontera con Israel.

El contingente internacional incluye a tropas de Indonesia, India, Ghana, Nepal, Italia, Malasia, España, Francia, China e Irlanda.