El lunes, el ejército de Israel sufrió la pérdida de 24 soldados en Gaza; 21 de ellos murieron cuando un cohete antitanque alcanzó un vehículo blindado y dos edificios que habían sido minados por las tropas israelíes para su demolición.

Se trata del peor día en términos de bajas para las tropas israelíes desde el inicio de la operación terrestre contra el territorio palestino el 27 de octubre.

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, expresó su pesar por la muerte de los soldados, pero se comprometió a seguir adelante con la ofensiva hasta lograr una “victoria absoluta” sobre Hamas.

Sin embargo, la población israelí está cada vez más dividida en cuanto a la posibilidad de lograr la victoria, y si sería compatible con el regreso de los rehenes.

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Un alto funcionario egipcio reveló que Israel ha propuesto una tregua de dos meses en la que se liberaría a los rehenes a cambio de palestinos presos en Israel y de que los líderes de Hamas en Gaza puedan reubicarse en otros países.

El funcionario, que habló bajo condición de anonimato debido a la falta de autorización para informar a la prensa, dijo que Hamas rechazó la propuesta e insiste en que no se liberará a más rehenes hasta que Israel ponga fin a su ofensiva y se retire de Gaza.

La campaña israelí ha causado gran destrucción, ha desplazado a aproximadamente el 85 % de los 2.3 millones de habitantes en Gaza y ha cobrado la vida de más de 25 mil palestinos, según funcionarios de salud en el territorio gobernado por Hamas.

Las Naciones Unidas y las agencias internacionales afirman que los combates han provocado un desastre humanitario y que una cuarta parte de la población padece hambre.