En lo que va de la gestión de Alfonso Martínez Alcázar al frente del Ayuntameinto de Morelia, se han otorgado más de 400 licencias de Tipo C, para la venta y consumo de alcohol, pese a que ya no se pueden expedir permisos de este tipo.

Derivado de la omisión, Morelia se ubica entre los municipios con mayor concentración de puntos de venta de alcohol, con más de seis mil licencias registradas en la zona urbana.

En la práctica, el Cabildo de Morelia ha endurecido las sanciones contra el consumo de alcohol en automovilistas, y se han generado miles de multas en los operativos de alcoholímetro, además del negocio que representan las licencias municipales y las multas por consumo de alcohol.

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En contraparte, el sector restaurantero de Michoacán se ha manifestado en torno al incremento injustificado de los espacios de giros rojos, porque se traduce en competencia desleal para los empresarios que han cumplido con la ley desde hace muchos años.

Además, la velocidad a la que se clausuran las licencias que se otorgan para nuevos establecimientos es menor en comparación con la frecuencia con la cual se entregan nuevos permisos.

Las consecuencias por el exceso de otorgamiento de giros rojos recaen en la sociedad; en los últimos dos años los ataques a bares nuevos, los homicidios relacionados con el consumo de alcohol y venta nocturna se han disparado.

A pesar de la descomposición social derivada del exceso de puntos de venta y consumo de alcohol, Alfonso Martínez se niega a cumplir con la orden de exigir que la Policía Auxiliar se encargue de la seguridad de los bares y restaurantes.