Con un abrazo y palabras afectuosas, el presidente de Argentina Javier Milei dejó atrás los ataques que dirigió al papa Francisco tras reunirse con él por primera vez en el Vaticano.

Ante miles de fieles, Milei se inclinó para saludar sonriente y abrazar al sumo pontífice en la Basílica de San Pedro, tras concluir la misa de canonización de la beata María Antonia de Paz y Figueroa, primera santa argentina.

Tras la reunión, el Vaticano publicó un comunicado en el que señaló que en el encuentro las conversaciones trataron sobre el programa del gobierno argentino “para combatir la crisis económica” y en conflictos internacionales no especificados.

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Durante “las cordiales conversaciones en la Secretaría de Estado”, también “se expresó satisfacción por las buenas relaciones entre la Santa Sede y la República Argentina y el deseo de reforzarlas aún más”, según se señaló en el escueto comunicado.

“En la continuación de la conversación, se abordaron varios temas internacionales, en particular los conflictos actuales y el compromiso por la paz entre las naciones”, se añadió.

La reunión privada duró una hora y posteriormente se produjo el saludo de la delegación, en la que figuraba la hermana del presidente argentino y secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.

El encuentro fue la culminación de una semana frenética para Milei, que viajó a Jerusalén, rezó emocionado en el Muro de los Lamentos, tuvo su primera gran crisis con el fracaso de sus reformas, insultó a sus detractores y hasta tuvo tiempo de hacer turismo en Roma.