Conoce la historia de Krampus, la oscura contraparte de la Navidad
evangelio | 25 diciembre, 2024

Durante el mes de diciembre, las melodías alegres y los villancicos suenan en el aire, pero poco se escucha sobre una figura inquietante que también está ligada a la celebración navideña: Krampus.

La criatura, mitad cabra y mitad demonio, se encarga de aterrorizar a los niños traviesos en lugar de traerles regalos. Con cuernos afilados, pelaje oscuro, colmillos y una larga lengua, Krampus aparece agitando cadenas y cascabeles, llevando varas de abedul para castigar a los infantes que no se comportan.

Su origen se remonta a la tradición del catolicismo, donde San Nicolás es reconocido como el patrón de los niños y su día se celebra a principios de diciembre; aunque muchas culturas han adoptado la figura amable de San Nicolás, han mantenido el temor hacia su contraparte.

En Alemania y Austria, la figura de Krampus es relevante, mientras que en otras regiones germánicas se considera a Belsnickel y Knecht Ruprecht como similares. En Francia, los temibles Hans Trapp y Père Fouettard recuerdan a los pequeños que las travesuras tienen consecuencias.

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El nombre “Krampus” proviene de la palabra alemana “krampen”, que se traduce como “garra”. Según la mitología nórdica, Krampus es hijo de Hel y comparte rasgos con criaturas demoníacas griegas como sátiros y faunos.

Es un personaje que forma parte del folclore navideño, donde su presencia se hace notar en la conocida Krampusnacht, la noche del 5 de diciembre, cuando aparece para castigar a los niños traviesos.

Al día siguiente, en Nikolaustag, los pequeños esperan ansiosos en sus casas para ver si recibirán regalos o varas, una medida del comportamiento de su año.

Aunque la figura de Krampus fue suprimida en el pasado por la Iglesia Católica y descalificada por algunos regímenes totalitarios, su imagen ha cobrado vida en la cultura popular moderna.

En Estados Unidos, películas y series han comenzado a explorar el lado macabro de la Navidad, mientras que Krampusnachts y carreras temáticas proliferan en el ámbito social.

En Austria, la figura de Krampus también ha sido objeto de comercialización, con productos que van desde chocolatinas hasta figuras coleccionables.

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