En los últimos tres años, la Policía de Morelia ha dado de baja a más de 123 elementos debido a diversas irregularidades, lo que ha generado preocupación en torno a la estabilidad y efectividad de la corporación.

Entre las principales causas de estas destituciones destacan actos como apagar cámaras corporales, abuso de autoridad y casos de corrupción, según informaron fuentes oficiales.

Como resultado, la corporación ha pasado de contar con 850 agentes a tener poco más de 740, una disminución significativa que impacta directamente en las labores de seguridad en la capital michoacana.

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Además, la rotación de personal, atribuida a diferentes factores, ha contribuido a la dificultad de mantener un equipo estable y suficiente para cubrir las necesidades de vigilancia y prevención del delito.

Actualmente, Morelia requiere más de mil 800 policías en activo para cumplir con las tareas de seguridad que demanda la población.

Sin embargo, desde 2015, la administración municipal ha enfrentado retos para alcanzar la cifra óptima, lo que deja a la ciudad con un déficit en el cuerpo de seguridad pública.

Otro desafío es el costo de formar nuevos elementos, ya que capacitar a cada policía implica una inversión superior a los 40 mil pesos.