Durante una entrevista en el programa de radio “The Breakfast Club”, la precandidata republicana a la presidencia de Estados Unidos, Nikki Haley, expresó que, según la Constitución, los estados tienen el derecho de separarse de Estados Unidos si así lo deciden sus ciudadanos.

A pesar de que Haley considera poco probable la secesión de Texas, insiste en que sigue creyendo en los “derechos de los estados”, y afirmó que si todo un estado decide separarse, es su decisión, aunque añadió que en la realidad Texas no se va a separar.

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Haley también respaldó los esfuerzos del gobernador de Texas, Greg Abbot, para controlar la crisis migratoria en la frontera con México, incluyendo la instalación de vallas.

Explicó que durante su mandato como gobernadora, también tuvo que “proteger” a Carolina del Sur, negándose a recibir refugiados sirios y prisioneros de Guantánamo.

Sin embargo, la Constitución estadounidense no tiene un proceso formal para la secesión de sus partes constituyentes.

Luego de la guerra civil, la sentencia del Tribunal Supremo de 1869 en el caso Texas contra White estableció que los estados no pueden separarse unilateralmente de Estados Unidos y que cualquier acto de secesión es “absolutamente nulo”.