El Instituto Nacional Electoral (INE) enfrentó un recrudecimiento de las divisiones internas en su Consejo General, donde seis consejeros utilizaron su mayoría para votar a favor de interponer una controversia constitucional contra una reciente reforma electoral.

La reforma, aprobada en el contexto de la judicialización, otorga al presidente la facultad de nombrar directivos y permite a la Junta General Ejecutiva tomar decisiones sin el aval del consejo, incluidas las relacionadas con la elección de juzgadores.

La presidenta del INE, Guadalupe Taddei, criticó a los seis consejeros, argumentando que la controversia deteriora la colegialidad del organismo y que su elección de actuar públicamente es una provocación.

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“Esto pone al Instituto de una manera incorrecta ante la opinión pública”, afirmó Taddei, quien también reconoció un “déficit de colegialidad” en la institución.

Taddei había solicitado previamente a sus colegas esperar la resolución de la Suprema Corte de Justicia sobre una controversia similar promovida por partidos políticos, abogando por evitar la exposición del árbitro electoral.

A su vez, defendió la legitimidad de la reforma a los artículos 45 y 48 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe), desestimando que fue aprobada de forma oculta y reafirmando el respeto a las decisiones del Poder Legislativo.

Por su parte, el representante de Morena y presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, anunció su intención de elevar a rango constitucional las nuevas atribuciones otorgadas a la presidencia y la Junta General Ejecutiva, insistiendo en que “no puede haber obstáculos” a la reforma judicial.