Luego del buen sabor de boca que dejó México tras su empate a dos goles ante Alemania, ahora el plantel dirigido por Jaime Lozano deberá prepararse para buscar su clasificación a la Copa América 2024, torneo que no juega desde hace siete años.
En un formato de ida y vuelta, el cuadro azteca se enfrentará a Honduras para sellar su pase a la justa continental más importante, por lo que el 16 de noviembre visitará Tegucigalpa y cuatro días más tarde todo se definirá en el estadio Azteca.
México se calificó de manera directa a esta instancia al ser el mejor colocado en la Liga de Naciones de la Concacaf, por lo que solamente tuvo que esperar el rival que salió del resto de selecciones centroamericanas.
El formato para llegar a Copa América se decidió de la siguiente manera: los ocho equipos que están en la ronda de cuartos de final pelearán por los primeros cuatro boletos disponibles.
Los equipos que resulten derrotados en esta fase, estarán obligados a jugar un repechaje entre ellos para definir los últimos dos lugares de los seis que tiene Concacaf.
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Además de México frente a Honduras, las otras llaves se disputarán entre Estados Unidos y Trinidad y Tobago, Canadá frente a Jamaica y Panamá en contra de Costa Rica.
Quieren revancha
México ha encarado esta competencia en once ocasiones y aunque ha llegado a dos finales que perdió frente a Argentina (1993) y Colombia (2001), en las últimas ediciones en las que participó no dejó una buena impresión.
La última gran actuación se dio en 2007, cuando el equipo era comandado por Hugo Sánchez y concluyó el torneo obteniendo el tercer lugar, esto luego de imponerse a Uruguay 3-1.
Sin embargo, para las ediciones 2011 y 2015, México estuvo obligado a presentar selecciones alternativas, ya que casi a la par tenía el compromiso de Copa de Oro, pero el experimento no resultó y en ambas ocasiones quedaron eliminados en fase de grupos.
Antes de decir adiós a la Copa por un prolongado tiempo, los aztecas tuvieron una de sus peores humillaciones de su historia, al caer 7-0 en cuartos de final ante Chile en 2016, lo que ha dejado una sed de revancha en los aficionados mexicanos.