Correr con inteligencia; escucha a tu cuerpo para un rendimiento sostenible
evangelio | 18 mayo, 2025

El running, un estilo de vida para muchos, implica mejoras constantes y superación; sin embargo, la clave para un progreso real radica en la asesoría profesional, entrenamientos estructurados y, sobre todo, en escuchar atentamente las señales del cuerpo. Ignorar estas señales puede tener consecuencias graves para la salud.

Correr libera endorfinas, que generan bienestar, pero esto puede enmascarar dolores y síntomas importantes. Por eso, es vital reconocer las siguientes señales de alerta:

Dolor en el pecho: Incluso una molestia leve o pasajera puede indicar angina de pecho u otros problemas cardíacos.

Náuseas o mareos: Pueden ser causados por esfuerzo o baja de azúcar, pero también podrían señalar problemas cardíacos, arritmias o deshidratación.

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Dificultad para respirar: Una sensación de falta de aire desproporcionada, incluso tras el ejercicio, podría indicar problemas respiratorios o cardiovasculares.

Dolor articular persistente: A diferencia del dolor muscular, el dolor en articulaciones puede indicar problemas en tendones, ligamentos o fracturas por sobreuso.

Cambios de humor y fatiga constante: Pérdida de motivación, insomnio o fatiga pueden ser síntomas de sobreentrenamiento o mala planificación.

Ante la duda, un chequeo médico-deportivo completo o una prueba de esfuerzo son herramientas esenciales para detectar condiciones silenciosas y asegurar un entrenamiento seguro y eficaz.

Correr debe ser un sinónimo de salud y bienestar, no de sacrificio. La clave para un rendimiento sostenible reside en escuchar y respetar los límites de tu cuerpo.

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