La organización estadounidense Climate Rights International publicó una investigación realizada en 56 municipios de los estados de Jalisco y Michoacán, donde expone un crecimiento en la deforestación de bosques y abusos en contra de comuneros y localidades vecinas debido a la plantación de huertas de aguacate.

La investigación denominada “El saldo insostenible de la expansión aguacatera: Deforestación, acaparamiento de agua y violencia detrás de las exportaciones de aguacates de México a EE. UU. y otros mercados”, señala que, a enero de 2023, existen más de 50 mil huertas aguacateras certificadas por las autoridades mexicanas y estadounidenses para la exportación a Estados Unidos.

En 49 de los 56 municipios en donde se encontraron las huertas se demostró que la plantación se había realizado en tierras deforestadas, a pesar de que Michoacán no se han emitido permisos para cambio de uso suelo desde hace 20 años, y en Jalisco desde hace 10.

Max Schoening, uno de los investigadores al frente de este trabajo, expuso que la cosecha de aguacate en zonas forestales trae consigo diferentes problemáticas para los pobladores vecinos de las áreas deforestadas como saqueo de agua, daño a los mantos acuíferos, violencia por el control del territorio y la tala, así como la presencia del crimen organizado.

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El investigador apuntó que, con base en 100 entrevistas realizadas a vecinos y trabajadores en las huertas, se supo que existe temor generalizado por parte de residentes de oponerse a la deforestación, robo de agua o plantío de aguacate debido a las posibles repercusiones a las que se podrían enfrentar.

El problema, afirmó, es conocido por autoridades estatales y fiscalías ambientales, instituciones a las que acusó de ser cómplices de los productores ilegales de aguacate, debido a que las huertas están a plena vista y a pesar de ello, las sanciones no sobrepasan a clausuras temporales.

México es el mayor productor y exportador mundial de aguacate y provee cuatro de cada cinco aguacates que se consumen en Estados Unidos, con exportaciones que ascienden a un valor de tres mil millones de dólares anuales, mientras que Jalisco y Michoacán son los únicos estados autorizados para exportar a este país.

Ante el creciente problema, el investigador emitió una recomendación a autoridades estatales y federales, así como a las empresas estadounidenses que se surten de aguacate mexicano a evitar la compra del fruto en huertas que hayan sido deforestadas en tiempo reciente.