El árbol de Navidad, ya sea natural o de plástico, es una parte icónica de las festividades decembrinas.

Decorado con luces, esferas, estrellas y cintas brillantes, ocupa un lugar destacado en los hogares durante la temporada navideña; sin embargo, su origen es incierto y existen diferentes historias al respecto.

Una de las teorías sobre su origen se remonta a Europa, un lugar en donde es tradición que los árboles de hoja perenne sean una decoración esencial; en las celebraciones paganas del solsticio de invierno, dichos elementos simbolizaban la victoria de la vida y la luz sobre la muerte y la oscuridad.

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El árbol de Navidad es una tradición arraigada en la cultura occidental, pero independientemente de su origen, es un símbolo central de las festividades navideñas.

Pero el hecho es que proviene de los lugares en Europa en donde los bosques abundantes imperaban en el ambiente, concretamente, Letonia y Estonia afirman haber sido la cuna del primer árbol de Navidad.

Una tradición, que según Letonia,  se remonta a 1510; y Estonia, por su parte, asegura que existen pruebas de algo similar desde 1441.

Sin embargo, es posible que el árbol de Navidadavidad provenga de Alemania, de acuerdo con la Enciclopedia Britannica, que apunta a que alrededor del año 723, el misionero San Bonifacio sorprendió a unos paganos preparaban un sacrificio al dios Thor en un roble. Bonifacio clavó un hacha en el árbol, y al no ser castigado por Thor, proclamó que el árbol era sagrado.