La compañía Del Monte Foods, con casi 140 años de historia en la industria alimentaria, se acogió al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos el 1 de julio, con el objetivo de reorganizar su deuda y facilitar la venta de activos.
El proceso, presentado ante un tribunal en Nueva Jersey, cuenta con el respaldo de sus prestamistas y contempla un financiamiento de 912.5 millones de dólares, más una línea adicional de crédito por 165 millones.
A pesar de la bancarrota, Del Monte aseguró que continuará operando con normalidad durante el proceso. Su presidente, Greg Longstreet, destacó que la decisión busca fortalecer a la compañía a largo plazo. Entre los factores que llevaron a esta medida se encuentran el aumento de los costos operativos, el descenso en la demanda de alimentos enlatados, la presión inflacionaria y un gasto financiero creciente.
Como parte de la reestructuración, Del Monte planea vender gran parte de sus activos, aunque sus operaciones internacionales quedarán fuera del proceso. También se prevé el cierre de una planta y dos almacenes en Washington, lo que afectará a 51 trabajadores.
Empresas logísticas como Uber Freight y Saddle Creek Logistics figuran entre los acreedores no garantizados.
Del Monte se suma a otras compañías del sector alimentario que han recurrido al Capítulo 11 en 2025, reflejo de los retos estructurales que enfrenta la industria. Fundada en 1886, la empresa sigue operando desde California y mantiene marcas icónicas como Contadina, College Inn y Joyba.
Su reestructuración será supervisada por el tribunal, con miras a asegurar estabilidad operativa y financiera.