Demanda contra Tesla: joven muere atrapada en un Cybertruck tras incendio
evangelio | 7 octubre, 2025

La familia de Krysta Tsukahara, una joven de 19 años, presentó una demanda por negligencia contra Tesla y su director ejecutivo Elon Musk, tras la muerte de la estudiante en un accidente ocurrido en noviembre de 2024 en Piedmont, California. El caso abre la discusión sobre los riesgos de los sistemas electrónicos en vehículos de última generación y la seguridad de los modelos eléctricos de la compañía.

Según el expediente judicial presentado ante la Corte Superior del Condado de Alameda, el Tesla Cybertruck en el que viajaban cuatro jóvenes chocó contra un árbol y se incendió. Krysta, que iba como pasajera, no sufrió heridas graves por el impacto, pero murió calcinada al quedar atrapada dentro del vehículo cuando el sistema electrónico de apertura de puertas dejó de funcionar tras la pérdida de energía.

El informe forense señala que la joven falleció por inhalación de humo y quemaduras, lo que indica que pudo haber sobrevivido de haber logrado salir a tiempo. Los investigadores confirmaron que solo uno de los cuatro ocupantes logró escapar, auxiliado por un testigo que presenció el accidente.

Los padres de Krysta, Carl y Noelle Tsukahara, aseguran que el diseño defectuoso de las puertas del Cybertruck impidió que su hija escapara. En la denuncia, acusan a Tesla de priorizar la estética y la automatización sobre la seguridad: el mecanismo manual de apertura —una pequeña palanca oculta— era casi imposible de localizar en condiciones de humo y oscuridad. “Ella no murió por el choque, murió porque el coche no la dejó salir”, cita el documento legal.

La demanda también involucra a la herencia del conductor, Soren Dixon (19 años), y al propietario registrado del vehículo, Charles Patterson, quienes fueron señalados por responsabilidad compartida. Otros dos pasajeros murieron en el siniestro y uno más sobrevivió. Los exámenes toxicológicos confirmaron presencia de alcohol y sustancias, aunque los abogados de la familia argumentan que ello no exime a Tesla de su responsabilidad por un fallo de ingeniería que pudo evitar la tragedia.

El caso ha atraído atención internacional porque la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) mantiene abierta una investigación sobre fallas en los sistemas electrónicos de las puertas en varios modelos Tesla. En años recientes, se han documentado incidentes similares en los que ocupantes quedaron atrapados durante incendios o cortes eléctricos.

Tesla no ha emitido hasta ahora un comunicado oficial sobre el caso. Sin embargo, la demanda podría convertirse en un precedente para la industria automotriz eléctrica, al cuestionar los límites de la automatización y la falta de sistemas de emergencia accesibles en vehículos de alta tecnología.

Krysta Tsukahara era estudiante universitaria y tenía planes de ingresar a la facultad de arquitectura el próximo año. Su familia insiste en que el caso no busca compensación económica, sino justicia. “Queremos que nadie más muera porque un auto inteligente decidió que no era momento de abrir la puerta”, declaró su madre ante la prensa local.

El proceso legal podría extenderse varios meses, pero ya plantea una pregunta incómoda para Tesla: ¿hasta qué punto la innovación tecnológica puede sustituir la simplicidad que, en un instante crítico, puede salvar una vida?

Comparte