“El abandono del Ayuntamiento de Morelia generó más daño que el gasoducto”, lamentaron ciudadanos de al menos cuatro colonias aledañas al proyecto en la avenida Auditor de Guerra.

Hace cuatro meses una empresa privada arribó con intenciones de instalar un ducto de gas natural, pero los colonos rechazaron el proyecto.

Desde entonces, bajo el silencio institucional, hay accidentes, desempleo, pleitos entre ciudadanos e incluso heridos en la obra del gasoducto.

A decir de los comerciantes, por la caída de más del 60 % de los ingresos, las más de 20 empresas ya tuvieron que recortar hasta un 50 % su personal y se espera que, de no mejorar la situación, el recorte siga.

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Por su parte, los vecinos de cuatro colonias de Morelia denunciaron que sólo en la última semana, dos mujeres resultaron heridas.

Una de las víctimas cayó a un socavón de metro y medio de profundidad, y a otra la arrolló una motocicleta.

A pesar de que ya reunieron más de tres mil firmas para reabrir la vialidad y expulsar el proyecto, la administración del presidente de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, los ignoró.

Señalaron que los argumentos de las autoridades municipales es que el asunto no está bajo su competencia, pese a que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Movilidad, sí concedió el permiso municipal.

La manifestación, que cumple tres meses desde su inicio en mayo pasado, está impulsada por la inquietante proximidad del gasoducto a las viviendas locales y el historial de explosiones en otras partes de la República, asociadas a este tipo de estructuras.