Gatilleros y civiles armados resguardan la zona de bosques localizada en el sur de Morelia, y que además se encuentra bajo estrés por cambio ilegal de uso de suelo y deforestación.

El procurador Ambiental de Michoacán, Arturo Chávez Carmona, denunció la situación que han vivido sus inspectores en los últimos meses en puntos como el cerro del Águila y los límites con los municipios de Acuitzio y Quiroga.

Recientemente, una unidad de la Procuraduría de Protección al Ambiente (Proam) casi fue emboscada por gatilleros de las “guardias blancas” de los predios del sur de Morelia, que va desde Ichaqueo, Jesús del Monte y hasta el Cerro del Águila.

Chávez Carmona aseguró que hay indicios de que son mercenarios pagados por grupos delictivos para proteger “intereses oscuros” en la zona, como es el caso de narco laboratorios.

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“Esa es una situación que se está presentando desde hace un tiempo y cada vez es más drástica. Recientemente, fuimos a inspeccionar unos terrenos en el Cerro del Águila, dentro de los límites de la recién decretada área protegida. Íbamos en una patrulla de guardias civiles y ellos interceptaron una señal de radio y detectaron que nos estaban vigilando. Si hubiéramos avanzado otros 50 metros nos habrían baleado”, explicó.

La zona en la que convergen los bosques del sur de Morelia, Acuitzio y Villa Madero han reportado la presencia del crimen organizado dedicado a la extracción de recursos maderables, al cambio ilegal de uso de suelo y a la instalación de monocultivos en las zonas de recargas.

“Mi director de inspección me decía que son mercenarios de los dueños de las huertas que contrataran para proteger lo cual sería muy grave, ‘guardias blancas’ como en los tiempos de Porfirio Díaz, es preocupante esto. Yo esto di parte al gobernador, le comuniqué que di parte directamente al general Colchado. Yo creo que estaban protegiendo algún laboratorio, traían algo más duro, son carteles locales, pero que están aliados con el Cartel Jalisco Nueva Generación”.

El Consejo Promotor para la defensa de Villa Madero, sufrió el secuestro de uno de sus integrantes en manos de los grupos delictivos a principios de 2022, mismo que finalmente fue rescatado ante la reacción del Gobierno estatal; previamente los activistas ambientales denunciaron amenazas por parte de los gatilleros.