El grupo Hezbolá acusó al Ejército israelí de utilizar municiones de racimo en bombardeos en Líbano, una práctica prohibida internacionalmente debido a su devastador impacto en la población civil.

En un comunicado, el grupo mencionó que entre las 12:30 y las 14:00 del martes, se lanzaron cohetes cargados con estas bombas en áreas pobladas.

“Hoy, el enemigo israelí ha mostrado su desprecio por las normas internacionales al usar cohetes cargados con bombas de racimo prohibidas”, aseguró Hezbolá.

Ese tipo de municiones es especialmente temido, ya que tiene la capacidad de dispersar submuniciones que pueden no detonar de inmediato, convirtiéndose en una amenaza latente para los habitantes de las regiones afectadas.

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Hezbolá argumenta que esos ataques no solo evidencian el desprecio de Israel por las leyes que buscan proteger a los civiles en conflictos armados, sino que también reflejan su incapacidad para avanzar militarmente en la región.

“La desesperación de recurrir a estas armas prohibidas indica una falta de estrategia efectiva”, se indicó en el comunicado.

Organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch (HRW), han condenado el uso de municiones de racimo; HRW advierte que, además de causar muertes inmediatas y heridos graves, las submuniciones pueden dejar restos explosivos que actúan como minas terrestres, poniendo en peligro a la población civil durante años después de los conflictos.

La comunidad internacional ha expresado su posición en contra del uso de armamento prohibido en zonas pobladas, un acto que podría resultar en presión sobre Israel en el contexto de este conflicto.

Históricamente, Israel ha sido señalado por utilizar otras armas prohibidas, como el fósforo blanco, que tiene el potencial de causar quemaduras severas al contacto con la piel.