La generación de empleos en Estados Unidos y el aumento del desempleo entre los connacionales han comenzado a impactar negativamente en el flujo de remesas que llegan a México.

De acuerdo con un análisis publicado por Citibanamex, al cierre del primer semestre de 2024, las remesas han mostrado signos de desaceleración, acumulando un total de 31 mil 343 millones de dólares, aunque siguen en niveles históricos.

En comparación con el mismo periodo del año anterior, donde las remesas crecieron a un ritmo del 9.4 %, este año solo se reportó un incremento del 3.6 %. Ese descenso es aún más marcado en perspectiva histórica, dado que en 2022 el crecimiento alcanzó el 13.4 %.

La analista de Citibanamex, Guillermina Rodríguez, explicó que la menor generación de empleos y el incipiente aumento del desempleo en Estados Unidos son factores que contribuyen a esta desaceleración.

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“Las cifras de remesas al primer semestre de 2024 apuntan a una desaceleración generalizada de estos recursos hacia México”, indicó Rodríguez.

El panorama se agrava al considerar la inflación tanto en Estados Unidos como en México, así como la volatilidad del tipo de cambio, elementos que afectan directamente el poder adquisitivo de las remesas.

En dólares reales —ajustadas por la inflación estadounidense— el crecimiento fue marginal, con solo 0.4 % anual en la primera mitad de 2024, frente al 4.4 % de 2023. En pesos reales —considerando la inflación en México y el tipo de cambio— las remesas sufrieron una caída del 6.2 % en el mismo periodo.

Además, se ha observado una disminución en la participación de estados clave como California, Texas y Arizona, que son las principales fuentes de remesas hacia México.

A pesar de que California sigue siendo el líder en este flujo, su representación se ha reducido del 36 % en el primer semestre de 2023 al 33.4 % en 2024.