Desarticulan funeraria que vendía cadáveres a universidades
evangelio | 29 enero, 2024

Un grupo criminal que se dedicaba a falsificar documentación para poder retirar cadáveres de hospitales y residencias geriátricas en Valencia, y después venderlos a universidades para su estudio, fue desarticulado este 29 de enero por la Policía Nacional de España.

Los responsables de la funeraria, junto a dos de sus trabajadores, buscaban fallecidos que no tuvieran familiares, principalmente extranjeros o personas en condiciones de vida precarias, para asegurar que no se hiciera ningún reclamo ni seguimiento de las donaciones.

De acuerdo con el informe de la Policía, la investigación comenzó desde principios del 2023, después de que las autoridades tuvieran conocimiento de que se había retirado de forma irregular el cadáver de un fallecido de la morgue de un hospital por parte de una funeraria.

Los investigadores comprobaron que los trabajadores de la funeraria se apoderaron del cuerpo después de realizar falsificaciones en el libro de registro, y lo trasladaron a una universidad para que lo estudiaran en lugar de sepultarlo. Al fallecido lo deberían enterrar en un sepelio de beneficencia en su localidad de residencia. Sin embargo, lo vendieron por casi mil 300 dólares sin consentimiento.

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Asimismo, los agentes descubrieron un caso similar con un cuerpo que se encontraba en una residencia geriátrica. Según los documentos, tres días antes de fallecer, el hombre había autorizado la donación de su cuerpo. Sin embargo, se descubrió que el fallecido sufría de un deterioro cognitivo severo, que le hubiera impedido entender lo que suponía la donación.

Cremaciones irregulares de cadáveres

Los investigadores también descubrieron que en la funeraria se producían irregularidades con las incineraciones de los cuerpos que supuestamente donados.

En una ocasión, la funeraria cobró más de cinco mil 400 dólares a una universidad para hacerse cargo de las incineraciones de 11 cuerpos, después de que hubieran finalizado los estudios, pese a que las cremaciones no aparecían reflejadas en ninguna incineradora de la ciudad.

Al parecer, el grupo criminal aprovechaba la disección y desmembramiento de los cuerpos para introducirlos en los féretros de otros difuntos y realizar en una sola incineración la cremación de varios cuerpos.

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