En menos de 72 horas, las intensas lluvias que han azotado el norte de Veracruz provocaron desbordamientos de ríos, afectaciones en decenas de comunidades rurales y la evacuación de miles de personas. Aunque las autoridades han activado protocolos de emergencia, la magnitud de los daños mantiene en crisis a varios municipios de la región.
Los municipios más afectados son Poza Rica y Álamo, donde las crecientes de ríos que arrastraron agua desde las zonas altas y estados vecinos desbordaron su cauce, inundando viviendas, cultivos y vías principales. En Álamo, se reportan al menos cinco mil casas dañadas y un refugio temporal habilitado en la Escuela Primaria Enrique C. Rébsamen para albergar a familias desplazadas.
En total, al menos 48 municipios han sufrido distintos tipos de afectaciones, la mayoría en la zona norte del estado. La Coordinación Estatal de Protección Civil ha confirmado daños severos en al menos 41 comunidades rurales, donde las inundaciones dejaron caminos bloqueados por deslaves, cortes en las comunicaciones y localidades completamente cubiertas por el agua.
El Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina y la Secretaría de Seguridad Pública estatal mantienen activos los planes DN-III, Marina y Tajín, para apoyar en labores de rescate, evacuación y limpieza.
Como medida preventiva, ocho municipios serranos suspendieron las clases en todos los niveles educativos debido al alto riesgo de deslaves. A esto se suma la interrupción del transporte público en algunas rutas, tras los derrumbes que han bloqueado carreteras y caminos de acceso.
Maquinaria pesada y brigadas locales trabajan contrarreloj para remover escombros y restablecer la conexión con las comunidades aisladas. Las condiciones climáticas continúan siendo inestables, por lo que las autoridades piden a la población mantenerse atenta a los avisos oficiales y evitar zonas de riesgo.